Aquí nadie se queda sin su regalo costuril...
Siempre que saco a Dana de paseo llevó dos o tres galletitas de premio (por si en ese momento le da por portarse bien, o por si sale corriendo sin motivo alguno, tener algún reclamo a mano -aunque no siempre funcione-). Pero estos premios son blanditos y lo dejan todo perdido... Y las bolsas que hasta el momento he utilizado son enormes para llevar las mini galletas... ¿Qué mejor que el hule para limpiar? Forradas y cerradas con un velcro!
Y aquí está Dana, olisqueando la bolsita....
Marta.